En el Círculo de Tenis todo está dispuesto para disfrutarlo plenamente en un entorno verde y natural. Las instalaciones deportivas y sociales se encuentran desarrolladas en total armonía con el paisaje. El cuidado del medio ambiente es parte de nuestro compromiso con la comunidad.

Actividades sociales y culturales completan la oferta de la Institución. Cada preferencia, cada necesidad está aquí contemplada para todos aquellos apasionados de la práctica deportiva de tenis, futbol universitario, rugby, hockey, spinning, pilates, yoga, karate, sala de aparatos, natación, hidrogimnasia, verano aventura y mucho más.

La familia merece y tiene un lugar destacado en el Club. Promovemos la integración de toda la familia a través de planes especiales con significativos descuentos en la cuota. Mantenemos permanente convenios con instituciones, colegios, organizaciones privadas, asociaciones, empresas, estableciendo acuerdos con amplios beneficios para los socios.

La Seguridad es parte de nuestros principios. Las 24 horas del día contamos con guardia interna y externa para la tranquilidad de los socios. Desde el punto de vista médico mantenemos acuerdos con los sistemas de emergencia móvil.

El Círculo de Tennis fue fundado el 26 de mayo de 1915. Si bien ya existían algunas canchas de Lawn Tennis, no sólo eran pocas sino sobraban ociosas por la minúscula demanda. La ciudad vivía la pasión del “foot-ball”. Football y Lawn Tennis eran hermanos de una de las mayores aventuras de la Humanidad, nacidos en la Inglaterra Imperial que acunara la Revolución Industrial. Con los deportes llegó también otra contribución inglesa, los clubes. El primero deportivo del país fue el Montevideo Cricket Club fundado por y para la colectividad el 18 de julio de 1861. Y fueron los socios del Montevideo Cricket Club los primeros en practicar Lawn Tennis hacia 1880.

Fue entonces que llegamos, cuando nuestro deporte andaba en busca de un rumbo, el que habríamos de darle desde el Círculo de Tennis. Para eso necesitábamos organizarnos. Y eso fue sólo formalizar una inquietud que impulsaba a varios jóvenes deportistas amigos quienes ya jugaban tenis sobre todo por sus cercanas relaciones comerciales y sociales con la comunidad británica.

En este núcleo entusiasta de Lawn Tennis se encontraba la mayoría de quienes darían forma a nuestra institución. Ya desde unos diez años antes se reunían en dos canchas rudimentarias, que había en los alrededores de la ex estación Pocitos, hoy Av. Rivera y Soca.

¿Por qué se esperó varios años y recién en 1915 se organizaría como club?

Creada la Comisión Nacional de Educación Física el 7 de julio de 1911, asumió un progresivo y fuerte centralismo de las numerosas actividades deportivas que andaban dispersas. Desde allí se estableció un plazo para que los grupos que practicaban cada deporte, entre ellos el “lawn tennis”, se organizaran en clubes para ser reconocidos por el organismo oficial. Tal fue la razón y, constituidos como persona jurídica, estuvimos entre los fundadores del primer nucleamiento deportivo privado nacional, la Federación Deportiva Uruguaya, un gigante que pretendía abarcar todas las actividades. Se funda en 1915 la “Unión Tennis” -que años más tarde pasaría a llamarse Asociación Uruguaya de Lawn Tennis-, primer agrupamiento nacional de clubes de nuestro deporte.

La reunión fundacional fue en Boulevard Artigas 1197, numeración que no corresponde a la actual, residencia de nuestro primer Presidente, Enrique Real de Azúa. He aquí, textualmente, el resumen del acta manuscrita en deliciosa cursiva inglesa, con que comenzaría la historia del tennis nacional.

En 26 de mayo de 1915 a las 18:30 hs, los señores miembros del Círculo de Tennis Sr. Enrique Real de Azúa, Alfredo de Castro, Elías Schiaffino, Alberto Peixoto, Carlos M. Pando, Jorge Clouzeau Mortet, Guillermo Pérez Butler, Carlos Mané, Alberto Vignoly, Rodolfo Muñoz Oribe, Alberto Castells Carafí y Carlos Rodríguez Larreta, quedando por tanto constituida la 1ª Asamblea del Círculo.

Fueron aprobadas las siguientes mociones del Dr. Alfredo de Castro: Designar cuatro socios para que en unión de los miembros del Comité, estudien si el local galantemente cedido por el Sr. Enrique Real de Azúa en Boulevard Artigas, llena las condiciones requeridas al objeto del Club, o si conviene otro local presentándose en ese caso propuestas a la Asamblea de socios. Encargar al Comité Ejecutivo la presentación a la Asamblea de socios, un presupuesto explicativo para la construcción de una cancha de tennis. Que mientras no se aprueben los Estatutos definitivos de la sociedad, la Asamblea General pueda ser convocada a iniciativa del Presidente o de 5 socios. Encargar la confección de los Estatutos. Se resuelve dar voz y voto a las señoras y señoritas socias en las Asambleas.

La necesidad de disponer de sede fue zanjada descartando el generoso ofrecimiento de Real de Azúa debido a su escasa área, arrendando al Consejo de Instrucción Primaria el amplio predio con tres edificaciones en Gabriel A. Pereira entre José Ellauri y 26 de Marzo. Allí se construyeron cinco canchas y se disponía de dos edificios, uno destinado a vestuario de caballeros y otro más amplio para damas, donde funcionaba además el “baar”. En noviembre de 1920 se planteó a Primaria adquirir el inmueble en $ 36.000. La compra no prospero.

Otro tema prioritario era redactar los Estatutos, los primeros aprobados en Asamblea General realizada en el Club Uruguay el 9 de junio de 1915, modificados en Asamblea General Extraordinaria el 25 de noviembre del año siguiente y aprobados por el Poder ejecutivo el 20 de Agosto de 1920. En el artículo primero se define al “Circulo de Tennis” -denominado solamente así-como un “centro sportivo y de sociabilidad” teniendo “como principal objeto el juego de lawn tennis.

Entre 1922 y 23 el Círculo arrendó también a Primaria y por tres años, el predio de los fondos en Miguel Barreiro 145 para nuevas canchas. La actividad en las canchas aumentaba mes a mes, entre las solicitudes ninguna tan persistente como la de vecinos del Prado. La directiva decidió atender el pedido de los vecinos en la sesión del 17 de mayo de 1924.” Dirigir una nota al Consejo Departamental de Montevideo, solicitándole en concesión al Círculo de Tennis de un edificio situado en el Prado, frente a la calle Lucas Obes, para un local social, conjuntamente con terrenos adyacentes para la construcción de canchas de tennis para uso de vecinos. De este singular modo se desató el proceso de lo que sería nuestro definitivo afincamiento en la más hermosa y mayor zona verde del país urbano.